Hoy os proponemos un sencillo ejercicio de Comunicación no Violenta que os apoyará en la práctica cotidiana de esta desconocida herramienta.
Propuesta:
Ejercicio gratitud
La Comunicación No Violenta es sin duda un método que aporta herramientas eficaces a la hora de resolver un conflicto. Sin embargo a menudo se nos olvida que también nos permite evolucionar en un plano personal e íntimo.
Con el ritmo frenético que lleva la sociedad del siglo XXI es común que nos centremos en qué se espera de nosotros, qué deberíamos hacer, qué deberíamos mejorar, qué hacemos mal, etc. La Comunicación No Violenta nos ayuda a tomar consciencia de nuestros sentimientos y necesidades y nos permite conectar con nosotros mismos.
La CNV nos anima a expresar el agradecimiento con el único propósito de celebrar el enriquecimiento de la vida.
Para ello declaramos:
1- La acción que ha contribuido a nuestro bienestar.
2- Nuestras necesidades particulares que han sido satisfechas.
3- Los sentimientos placenteros que se han generado como resultado.
Te proponemos que al final de cada día te pares unos instantes a meditar y empatizar contigo mismo, comprendiendo y reconociendo 3 acciones concretas que hayas realizado durante el día que hayan satisfecho ciertas necesidades desencadenando sentimientos positivos.
Te invitamos a analizar qué necesidades específicas han sido satisfechas y qué sentimientos concretos han originado estas acciones.
Por ejemplo: “Hoy he ayudado a mi amigo a comprender unos problemas de física”. Esto me ha hecho sentir feliz ya que he satisfecho mi necesidad de contribución, cercanía y participación en el bienestar de una persona cercana.