A lo largo de nuestra vida, sufrimos situaciones de nerviosismo que alteran nuestro estado anímico y físico, con consecuencias nocivas para nuestro organismo.
Estos son algunos ejemplos y algunos consejos a tener en cuenta:
ÓRGANOS VITALES:
En las suprarrenales: se producen grandes descargas de adrenalina con el consiguiente agotamiento.
Sobre el páncreas: se produce un envenenamiento del organismo al haber una secreción anormal de adrenalina.
En la tiroides: hiperfunción de las glándulas tiroideas y agotamiento
Aumenta la velocidad de la sangre.
Aumenta las contracciones del corazón. Produce taquicardias.
Acelera el ritmo respiratorio (para tener un mayor aporte de oxígeno).
SISTEMA OCULAR:
Midriasis (dilatación de la pupila).
SISTEMA METABÓLICO Y DIGESTIVO:
Altera el metabolismo de las grasas y los hidratos de carbono. Aumenta la glucosa en sangre, se produce un mayor aporte de insulina y un agotamiento del páncreas.
Altera la degradación de las proteínas.
Problemas digestivos: altera el funcionamiento del nervio vago, se produce una acidosis orgánica y digestiva.
SISTEMA INMUNOLOGICO:
Disminuye el Sistema Inmunológico
SISTEMA NERVIOSO:
Cerebro: agotamiento de la energía cerebral, problemas de concentración, fallos de memoria, altera la sinapsis de las neuronas produciendo una disfunción de los neurotransmisores.
S.N.: ansiedad, angustia, alteraciones del sueño, insomnio, agresividad, depresión,
PARA RELAJARSE:
Estar atento de que nuestra boca esté siempre con saliva fluida y agradable, una boca seca es causa de stress
Visualizaciones positivas
Actividades como yoga o taichí, Chikung Meditación Respiración lenta y profunda. Masajes.
Un nivel de stress es necesario para la vida cotidiana, para estar activo y atento a nuestras ocupaciones. Un grado de stress excesivo ya es patológico.